Publicado el
15/09/2022
por
Voluntariado Afundación
La palabra democracia es una de las más relevantes y significativas de nuestro léxico político actual, ya que supuso la posibilidad de votar en libertad en las primeras elecciones democráticas después de la dictadura.
En la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la democracia queda recogida no sólo como un sistema de gobierno, sino como una forma de vida donde tanto gobernantes como gobernados basan sus acciones en el respeto, la tolerancia y el diálogo. Quedando señalado que “La voluntad del pueblo será la base de la autoridad del gobierno”, frase de gran inspiración en la mayoría de los países que han adoptado los principios y valores democráticos.
La democracia es uno de los valores y principios básicos universales de las Naciones Unidas. Quedando recogidos como algunos de sus principios básicos el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como el principio de la celebración de elecciones periódicas por sufragio universal. Constituyendo muchos de los derechos políticos y libertades civiles que sustentan las democracias significativas.
Estos derechos cubren algunas partes específicas de la población, como pueden ser las poblaciones indígenas, las mujeres, las minorías, las personas con discapacidad… siendo esenciales para la democracia, ya que garantizan el acceso a la información, la ausencia del miedo, la participación, así como la igualdad y equidad para todos.
Hoy, 15 de septiembre, es el Día Internacional de la Democracia. Un recordatorio a todos los Estados de seguir trabajando en la construcción de democracias más fuertes, con respeto a los derechos humanos de todos sin ningún tipo de discriminación, así como en sociedades civiles participativas, incluyentes y libres, que trabajen conjuntamente persiguiendo los objetivos comunes de bienestar y un futuro mejor.
La conmemoración de este día persigue debatir las oportunidades de fortalecimiento de la democracia, con el objetivo de abordar las desigualdades económicas y políticas e incluir a los grupos excluidos.
La importancia que cobra la democracia en la sociedad es realmente valiosa. Hay que tener presente que ésta permite que todos los ciudadanos sean capaces de participar en cierto modo en procesos democráticos, que serán de gran repercusión a nivel nacional. Un claro ejemplo de ello es el proceso de elecciones, en el cual tenemos la oportunidad de elegir y a la vez ser elegidos, y que cada uno de los votos pueden marcar la diferencia en el país para un futuro mejor. En todo este proceso repercute el hecho de tomar una decisión correcta o errónea, ya que posteriormente se tendrán que acatar las decisiones de los nuevos gobernantes, ya sean positivas o negativas.
La capacidad que ofrece a la sociedad de gobernarse a sí misma mediante procedimientos que garanticen la participación de los ciudadanos es indispensable. A su vez, está íntimamente ligada a la presencia de un sentimiento de participación en el quehacer sociopolítico, en relación al grado en que se involucran los individuos.
En este sentido, cabe recordar que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aborda la democracia a través de dos objetivos. El ODS 10, en el que se reivindica la necesidad de la reducción de las desigualdades, así como en el ODS 16, en el que reconoce los vínculos indivisibles entre las sociedades pacíficas y las instituciones eficaces, responsables e inclusivas.
La mayoría de los Estados del mundo se describen actualmente como democráticos. Sin embargo, la democracia es un sistema social y político dinámico, que no es lineal ni irreversible, por lo que todos los países pueden beneficiarse de una mejora continua de sus procesos democráticos. Por ello, desde Afundación Obra Social ABANCA nos queremos sumar al reto de seguir construyendo democracias, preservarlas y mejorar su calidad, con el objetivo de lograr una sociedad más unida, igualitaria y justa.
