Muchas personas piensan que la solidaridad es un valor humano que solamente algunos tienen, de hecho, podemos definirla como un valor humano que consiste en ayudar a otra persona de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio y sin ningún tipo de interés.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que se trata de un valor y que por lo tanto se puede tanto aprender como enseñar, siendo lo ideal aprenderlo durante la infancia.
La solidaridad ha sido identificada como uno de los valores más importantes para las relaciones internacionales en el siglo XXI, para que quienes sufren o tienen menos, puedan ser ayudados por aquellos que tienen la suerte de vivir en mejores condiciones.
A su vez, con el paso del tiempo, la globalización y la creciente desigualdad que nos rodea, el fortalecimiento de la solidaridad internacional se ha vuelto indispensable.
De esta manera, convencida de la creciente necesidad de promoción de la cultura de la solidaridad y el espíritu de compartir, la Asamblea General proclamó el 20 de diciembre como el Día Internacional de la Solidaridad Humana.
Y es que la solidaridad ha marcado el trabajo de las Naciones Unidas desde el nacimiento de la propia organización, atrayendo a los pueblos del mundo para promover la paz, los derechos humanos y el desarrollo económico y social, con el principal objetivo de mantener la paz y la seguridad internacionales.
Actualmente, el propósito de este día no ha variado mucho, ya que se basa en el principio básico de la ayuda mutua o el ser solidarios con los demás.
Porque es una realidad que, en la medida que todos nos ayudemos y trabajemos por una causa común que proporcione un mayor bienestar a todos, en esa misma medida viviremos en un mundo mucho más pacífico, enriquecedor y próspero.
De esta forma, el Día Internacional de la Solidaridad Humana es:
Y es que a través de la ruta establecida en la Agenda 2030 para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se pone en el centro a la persona como ser humano y al planeta, apoyando los derechos humanos y respaldados por una alianza mundial.
Concretamente, a través del ODS 10 Reducir la desigualdad en y entre los países, y del ODS 1 Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo, se pretende ayudar en la erradicación de la pobreza, el hambre y las enfermedades.
Desde Afundación Obra Social ABANCA compartimos que nuestro futuro se basa en nuestra solidaridad, convirtiéndose en un imprescindible que debemos esforzarnos por alcanzar.